24 may 2015

¿Qué es eso? Los pezones invertidos

El pezón invertido es una condición en la que este se encuentra retraído hacia dentro, en lugar de protuir hacia fuera. La mayoría de pezones invertidos son variantes de la normalidad que aparecen desde el nacimiento y no implican riesgos para la salud, de hecho se estima que alrededor de un 10% de las mujeres tienen los pezones así, y también puede presentarse en hombre, aunque pasa más desapercibido. También pueden ser secundarias a cicatrices, cirugías o alteraciones inflamatorias (mastitis).

Hay que diferenciar entre los falsos pezones invertidos (también llamados "pezones tímidos") que protuyen con el frío o con la estimulación; y los pezones invertidos verdaderos, que nunca protuyen. El motivo por el que suele aparecer esta característica es que los conductos galactóforos (que llevan la leche al pezón) son demasiado cortos y retraen el pezón hacia el tejido mamario interno. También puede suceder que con la edad y tras la lactancia, la piel alrededor del pezón se vuelva más laxa dando la falsa sensación de que el pezón se inverte.

¿Se relaciona el pezón invertido con el cáncer de mama?
Si los pezones se encuentran invertidos desde la infancia, no hay de qué preocuparse. Pero el hecho de que esto aparezca más tarde y, sobre todo, de que aparezca en un solo pezón es motivo de alarma suficiente como para consultar con el médico.

¿Y qué hay de la lactancia?
La mayoría de mujeres con pezones invertidos pueden dar el pecho sin problemas, ya que para dar el pecho correctamente el bebé debe englobar con la boca toda la areola, no solo el pezón, de lo contrario se produce mayor dolor y grietas.  De todas maneras, es frecuente que los pezones protuyan algo más durante este periodo por la estimulación.

¿Hay alguna solución estética a este tipo de "problema"?
Hay un tipo de cirugía que permite desenterrar los pezones. La eversión del pezón se consigue cortando los conductos galactóforos, que son la causa de la inversión, tirar el pezón hacia fuera y volver a coserlo. El principal inconveniente es que esta cirugía es que la lactancia puede ser muy difícil o imposible por la destrucción de los conductos.

También los piercings en el pezón pueden ayudar a que este sobresalga, aunque esto solo funciona en los pezones "tímidos",  porque se requiere colocar la pieza cuando el pezón está protuyendo para que no regrese a la posición inicial.

3 may 2015

¿Cómo se mide la tensión ocular?

Todos sabemos más o menos cómo se mide la tensión arterial por propia experiencia, pero seguro que lo de la tensión ocular a la mayoría le parece algo más inquietante.

El ojo es una esfera llena de líquido, que mantiene su forma redondeada porque la presión del líquido intraocular es mayor que la presión atmosférica. El líquido intraocular se divide en dos tipos distintos: humor vítreo, que se encuentra en la zona posterior y es de textura gelatinosa; y el humor acuoso en la zona anterior, entre la córnea y el cristalino.

Fuente: psicopsi.com

El humor acuoso, que solo ocupa el 3% del interior del ojo, es muy importante en el tema del que hablamos hoy, ya que este debe renovarse constantemente, con un equilibrio exquisito entre la producción de líquido nuevo y el drenaje del antiguo. Esta sustancia se genera en una estructura llamada procesos ciliares, que también es la encargada de fijar y modificar el cristalino. Desde ahí, el humor circula a la cámara anterior para darle forma y aportar nutrientes, y es reabsorbida en el ángulo iridocorneal drenando a la circulación venosa.

Fuente: http://es.wikipedia.org

Si hay un bloqueo en el drenaje o un exceso de producción, el humor acuoso será retenido en el interior de la cámara anterior con el correspondiente exceso de la presión intraocular.

La presión intraocular suele situarse en torno a 15 mmHg, con un rango de normalidad entre 10 y 20 mmHg. Una presión intraocular alta se considera a partir de 21 mmHg, y una presión baja por debajo de 6 mmHg. Fluctúa a lo largo del día, y puede modificarse por aguantar la respiración o hacer fuerza con el párpado en el momento de la exploración.

Existe la tendencia a confundir la hipertensión ocular con el glaucoma. El glaucoma es la lesión del nervio óptico con pérdida progresiva de las fibras nerviosas y del campo visual, generalmente debida a la hipertensión ocular. Solamente el 1% de las personas que presentan hipertensión ocular desarrollan glaucoma a lo largo de un año. Pero tampoco existen unas cifras seguras por debajo de las cuales no exista el peligro de que aparezca un glaucoma.

¿Y cómo conseguimos medir la tensión intraocular?
Pues con un aparato llamado tonómetro. El más frecuente es el tonómetro de Goldmann (foto a la izquierda), en el que se mide la presión entrando en contacto directo con la córnea, previa anestesia local. La tonometría se basa en la fuerza necesaria para aplanar la córnea. En una esfera ideal, la presión dentro de la esfera (P) es igual a la fuerza necesaria para aplanar la superficie (F) dividida por el área de aplanación (A), que es la del extremo del tonómetro que entra en contacto con el ojo.

                                  P=F/A   (Principio de Imbert-Fick)

La presión intraocular es proporcional a la presión aplicada en el globo ocular (en la práctica, en la córnea). Cuanto mayor sea la presión ocular, más fuerza tiene que aplicar el oftalmólogo para que la punta del tonómetro aplane la córnea.

El oftalmólogo sabe que ha aplicado la fuerza necesaria por la imagen que el ofrece la lámpara. Al principio, se observa una imagen en forma de dos semicírculos, uno encima y otro debajo de una línea media horizontal, que representan la lágrima ocular en contacto con el prisma del tonómetro. A medida que se aplica fuerza y la córnea se va aplanando los semicírculos se tocan en uno de los extremos hasta formar una línea continua, momento en que se hace la medición (como en la imagen inferior).

Fuente: oftalmologia-sur.blogspot.com

Fuentes:
- Kanski, J. "Oftalmología Clínica". Elsevier España. 6ª edición. 2009