27 sept 2012

El Ig Nobel de Medicina del 2012 va de colonoscopias explosivas

Los Ig Nobel son los premios organizados por la revista científica (y humorística a la par) Annals of Improbable Research, una parodia americana de sus primos hermanos suecos. Este reconocimientos para los científicos que "primero hacen reír a la gente, y luego hacen pensar", pues ese es su lema, se entrega anualmente desde 1991. Y en este blog, que comparte algo de la filosofía de estos premios, nos unimos a la difusión de nuestra categoría favorita.

El galardón en la categoría médica ha sido otorgado a Emmanuel Ben Soussan, un gastroenterólogo francés, y su estudio que revela que el uso de electrocoagulación durante una colonoscopia puede provocar la explosión en el colon, en el caso de que no esté lo suficientemente limpio. La idea de semejante teoría vino después de que el Dr. Soussan observara este problema al practicar una colonoscopia a dos de sus pacientes y decidiera estudiar que había sucedido. Si bien las colonoscopias son un procedimiento muy frecuente y seguro dentro de la práctica médica y las explosiones colónicas rozan lo anecdótico, esta complicación requiere cirugía urgente si el colon llega a perforarse. 

Hay tres factores necesarios para que una explosión se produzca: la presencia de un gas combustible, la presencia de un gas combustivo (oxígeno) y una fuente de calor (como la electrocoagulación). Los principales gases encontrados en el intestino grueso son el nitrógeno (23-80%), oxígeno (0'1-2'3%), hidrógeno (0'06-47%),  CO2 (5'1-29%) y metano (0-26%), de los cuales solo son combustibles el hidrógeno y el metano, producto de la fermentación de carbohidratos no absorbibles, como la lactulosa y el manitol, o incompletamente absorbidos, como la lactosa, la fructosa y el sorbitol. Para que estos gases provoquen una explosión es necesario que se encuentren en unas proporciones mínimas del 4-5%. Dichas cifras se encuentran en la mitad de los pacientes que no han sido preparados para la colonoscopia, es decir, que no han llevado a cabo la limpieza intestinal antes de someterse a dicha prueba. Tanto la limpieza, como la dieta blanda y el ayuno durante las horas previas reducen la cantidad de estos gases, y por tanto, evitan la aparición de este riesgo.

De todas maneras, recordemos que el número de explosiones que recoge la literatura médica desde los años 50 no supera los 20 casos, de los cuales solamente uno fue fatal. El porqué es sencillo de explicar, ya que por norma general ya se opta por una limpieza de colon mediante preparados laxantes, puesto que un colon limpio permite una mejor exploración. 

Sin embargo, ahora tenemos de otro motivo para procurar que los pacientes cumplan con la limpieza, que quizás es más desagradable que la prueba en sí. Y tampoco está de más conocer la recomendación de evitar los preparados de limpieza que contengan manitol u otros carbohidratos de poca absorción para reducir la cantidad de gases combustibles, sustituyéndolo por otras sustancias comercializadas más seguras, como el polietilenglicol.

Fuentes: 
- Ladas S, Karamanolis G, Ben-Soussan E. Colonic gas explosion during therapeutic colonoscopy with
electrocautery. World J Gastroenterol  2007 October 28; 13(40): 5295-5298

24 sept 2012

Parálisis del sueño

The Nightmare (Henry Fuseli).
Fuente:  http://en.wikipedia.org/wiki/File:John_Henry_Fuseli_-_The_Nightmare.JPG 

Estabas durmiendo plácidamente hasta que has despertado comprobando con pavor que tu cuerpo no responde y que no puedes moverte a pesar de intentarlo repetidamente... Esta situación, conocida como parálisis del sueño, es una de las parasomnias o alteraciones del sueño más frecuentes entre la población general.

La parálisis del sueño ha sido un fenómeno neurológico al que se han intentado buscar todo tipo de explicaciones paranormales a lo largo de la historia a falta de una explicación más verosímil; de hecho, antiguamente se le conocía como Old Hag Syndrome (síndrome de la bruja vieja) en relación a la creencia de que las brujas salían por las noche a matar gente sentándose encima de su tórax hasta la asfixia. Otras teorías más modernas lo han relacionado con las abducciones alienígenas o los viajes astrales. A día de hoy, la ciencia nos ofrece una perspectiva lo suficientemente sensata como dejar estas teorías para programas con un "rigor y calidad" como el de Iker Jiménez.

La parálisis del sueño es un fenómeno caracterizado por la incapacidad de llevar a cabo movimientos voluntarios, ya sea al inicio del sueño (forma hipnagógica) o al despertar (forma hipnopómpica), y que en algunos casos puede acompañarse de alucinaciones auditivas o visuales. Para entender por qué sucede esto, primero son necesarias cuatro pinceladas sobre los patrones del sueño normales.

Cuando dormimos, nuestro organismo pasa por distintas fases de sueño, unas más profundas que otras, que se clasifican en sueño NREM (sin movimientos oculares rápidos) y sueño REM (con movimientos oculares rápidos). Al inicio del descanso nos adentramos en el sueño NREM, compuesto de fases cada vez más profundas, siendo la última y más profunda la IV fase, poco después volvemos a pasar a las fases más superficiales y entramos en el sueño REM. Este proceso, que dura entre 90 y 120 minutos, se repite 4 o 5 veces por noche. Durante el sueño REM, nuestro cerebro y nuestro metabolismo se muestran tan activos como cuando estamos despiertos y soñamos (aunque los sueños no son exclusivos de la fase REM), mientras que nuestros músculos están totalmente flácidos; este es un mecanismo de defensa que evita cualquier tipo de reacción corporal ante lo que estemos soñando.

Fuente:  http://www.luciddreamexplorers.com

La parálisis del sueño se manifiesta o bien en la transición vigilia-sueño o, más frecuentemente, en la de sueño-vigilia. Esto se debe a que la flacidez muscular propia del REM persiste unos minutos a pesar de haber despertado; podría decirse que se debe a una descoordinación puntual en los mecanismos de sueño-vigilia que es rápidamente corregida. Por este motivo, la parálisis solo se produce cuando uno se despierta durante la fase REM.

El tema de las alucinaciones no está tan claro; sabemos que, durante la parálisis, la actividad del lóbulo temporal está aumentada, pudiendo generar las alucinaciones auditivas, y del mismo modo lo hace el lóbulo occipital en el caso de las alucinaciones visuales. De hecho, si tenemos en cuenta que, en estos episodios, el cerebro no ha salido completamente de la fase REM, las alucinaciones pueden ser consideradas como percepciones oníricas durante la vigilia (literalmente, soñar despierto).

Los eventos de parálisis son autolimitados y no representan un peligro para quien los padece, aunque sea una situación altamente angustiosa. Si bien se ha relacionado trastornos como la narcolepsia, lo más frecuente es que no se vincule a otras enfermedades y simplemente sea un hecho curioso que puede tener un componente hereditario o que refleje una falta de sueño, un cambio en las horas de sueño o el uso de fármacos o drogas.

11 sept 2012

Usos y abusos de las lentillas

Quienes llevamos lentillas sabemos la comodidad visual que nos traen, y no es difícil que acabemos abusando de ellas (ya sea llevándolas un número excesivo de horas al día o durmiendo una pequeña siesta con ellas). La práctica de dormir con las lentillas puestas es algo que siempre he evitado desde que una compañera del colegio me explicó que su tía tuvo que ir a Urgencias para que se las quitaran porque se le habían quedado pegadas a la córnea. Pero hoy en día hay lentillas que se usan solamente para dormir, ¿significa eso que no hay peligro?

La córnea, esa zona que recubre el iris y sobre la que se coloca la lentilla, apenas posee vasos sanguíneos, que podrían entorpecer la función visual. El tejido corneal se nutre gracias al humor acuoso, que se encuentra en una cámara justo detrás de la córnea, y recibe el oxígeno directamente del ambiente. Este hecho singular es el responsable del bajo riesgo de rechazo en los trasplantes de córnea, ya que el sistema inmune lo tiene difícil para llegar a la zona. Pero también es el principal factor limitante para las horas de uso de las lentes de contacto, ya que son una barrera física que reduce la entrada de oxígeno. A muy largo tiempo, esta deprivación de oxígeno puede llevarnos a la aparición de nuevos vasos sanguíneos que penetren dentro de la córnea y distorsionen nuestra visión, puesto que si no llega oxígeno a través del ambiente, nuestro organismo se lo subministrara por la otra vía (que es la que mejor controla), la creación de vasos sanguíneos.

Por si este motivo no fuera suficiente, el hecho de llevar las lentillas durante las horas de sueño implica un mayor riesgo de infecciones que si solo las llevamos de día. La lentilla ofrece una excelente superficie de apoyo que las bacterias pueden colonizar y esto, unido al ambiente húmedo y cálido de un párpado cerrado durante horas, facilita la reproducción de las bacterias. Si bien las conjuntivitis son relativamente frecuentes en los portadores de lentillas, sobre todo en los primeros meses de uso, el tipo de infecciones generadas con este hábito pueden ser más graves, como las queratitis (infección de la córnea), mucho más profundas que la archiconocida conjuntivitis.

Para acabar, y volviendo a la horripilante leyenda de las lentillas que se fusionan con las córneas, es necesario recordar que las lentillas blandas deben mantenerse en un ambiente húmedo que conserve su turgencia. Durante la noche se reduce la producción de lágrimas y eso se nota cuando alguien pretende quitarse las lentillas por la mañana, ya que el hecho de que estén algo más rígidas por la falta de humedad no facilita para nada la tarea. En estos casos, que también se pueden producir al ducharse con las lentillas, lo mejor es no perder la calma, lubricar la lentilla con lágrimas artificiales durante unos minutos y sacarlas con cuidado una vez que se hayan despegado lo suficiente, ya que podemos herir las córneas si no tenemos paciencia.

Dicho esto, y para tranquilizar conciencias, estos problemas solo ocurren en periodos de varias horas de sueño, una pequeña siesta no va a generar este tipo de lesiones oculares, aunque lo ideal sería retirarlas en todos los casos.

¿Y qué sucede con las lentillas diseñadas para llevarlas durante las horas de sueño?

Las lentes de contacto más utilizadas entre los usuarios de lentillas son de hidrogel (la lentilla blanda de toda la vida), mientras que estas nuevas lentillas están fabricadas con hidrogel de silicona. En un principio fueron creadas para permitir un mayor paso de oxígeno a la superficie corneal. Además la incorporación de la silicona le confiere una estructura más rígida, en detrimento de la proporción acuosa de la lente, evitando así la sequedad nocturna. Respecto al tema de las infecciones, sabemos que el riesgo de queratitis también es bastante más bajo (aunque no tan bajo como el de los portadores de lentillas que las usan solo de día) debido posiblemente a las características del material, por lo que actualmente se está intentado desarrollar sustancias antibacterianas que puedan recubrir estas lentillas para reducir aún más el riesgo.

6 sept 2012

¿Por qué ellas siempre tienen frío?

Fuente:  futurismoglobal.com



- ¡Qué frío hace!
- ¿Quieres mi chaqueta? Yo estoy bien...
- Bueno...


Más allá del matiz romántico de que te dejen una chaqueta que te va tres tallas grande, es cierto que las mujeres tienen una percepción más sensible al frío debido a las diferencias en el funcionamiento corporal según el sexo. Y es que la medicina se encuentra hasta detrás de la guerra por el termostato...


La temperatura corporal normal fue definida en el s.XIX por el Dr. Wunderlich que, a base de mediciones axilares, determinó que la temperatura corporal media de un adulto era de 36'6ºC, con una ligera tendencia a ser mayor en las mujeres. Posteriores estudios le dieron la razón, aunque esto resultaba incongruente con la percepción de que las féminas generalmente parecían ser más frioleras que sus congéneres masculinos. Esta aparente incongruencia ya la explicamos en su día en el artículo sobre la fiebre, ya que la temperatura interna no necesariamente significa sentir más calor. No obstante, resulta interesante dar un repaso a los diferentes mecanismos que regulan la temperatura en ambos sexos.

Los hombres tienen una proporción de superficie corporal respecto al volumen menor que las mujeres. Si entendemos que un mayor volumen corporal permite crear más calor, mientras que con mayor superficie corporal se pierde más calor, es fácil ver que ellos crean más calor y no lo disipan tan fácilmente como las mujeres. Otro factor que se une a lo anterior es que los hombres poseen una mayor proporción de masa muscular, que consume más calorías, de modo que, a igual volumen, un hombre produce más calor. 

Sin embargo, la naturaleza nos tenía que dar algún mecanismo para compensar este handicap; al fin y al cabo, son las hembras quienes deben proteger los fetos en caso de unas condiciones climatológicas adversas. Aunque parezca irónico ese mecanismo adaptativo que les permite mantener la temperatura es el mismo que las hace más sensibles al frío. Básicamente consiste en que las mujeres hacen vasoconstricción a temperaturas más altas. El organismo, independientemente de su sexo, tiene la capacidad de reducir el diámetro de los vasos sanguíneos más cercanos a la piel para evitar perder calor en un ambiente frío, pero las mujeres lo suelen hacer a temperaturas más elevadas que los hombres. Así que cuando bajan las temperaturas, las mujeres hacen vasoconstricción antes, por lo que la piel se enfría más rápido y sus receptores informan de ello, generando la percepción de frío a temperaturas más altas a las que lo notaría un hombre.

¿Y la grasa corporal no ayuda a mantener la temperatura corporal? La grasa sí ayuda a mantener la temperatura interna, pero recordad que un material aislante actúa en ambos sentidos, mantiene el calor en el interior del cuerpo y reduce la cantidad del mismo que llega a la piel. Así que nos encontramos con la misma situación que en la vasoconstricción, más grasa significa una menor temperatura cutánea y, por lo tanto, tener sensación de frío antes.

Fuentes:

- Kim, H. et al. "Cold hands, warm heart.The Lancet, Volume 351, Issue 9114, Page 1492, 1998

Tikuisis P. el al. "Comparison of thermoregulatory responses between men and women immersed in cold   water.J Appl Physiol. 2000 Oct;89(4):1403-11.